Monday, October 20, 2008

Te deseamos a tí

El sábado pasado cumplí años. En mi vida he tenido dos tipos de cumpleaños: aquellos en que estuvo mi mamá y aquellos en que no. La razón es evidente. Mi nacimiento, que es celebrado como "cumpleaños", no fue un logro mío sino de ella (pudiésemos discutir que yo también jugué un papel, pero en realidad creo que ella hizo la mayor parte del trabajo). Así que las celebraciones de cumpleaños de la gente debería tener un lugar donde se diese mérito a la persona que en realidad es responsable de todo (y señores papás discúlpenme pero su participación no es tal como para homenajearlos fuera del día del padre).

Mi primer cumpleaños sin ella fue terrible. Llegué del liceo como alas 2:45 de la tarde y me senté en la mesa del comedor. Mi papá me sirvió una sopa (o lo que el denomina sopa) con un arroz y un pedazo de pollo a la plancha. Sin quitarme el uniforme empecé a comer con mi papá en la mesa. Y lloré mientras me comía la sopa. Mi papá no decía nada. Seguro se sentía como yo o peor. No terminé de comer y lo abracé llorando. No dijo nada, y también lloró. Desde entonces siempre me pasa en mis cumpleaños. Lloro, a solas y en silencio.

Feliz día para tí también.