Sunday, January 2, 2011

Carlin

Mucha gente me toma por antipático. Yo creo que es por que se me hace fácil buscar el lado jocoso de cualquier cosa. Claro que algunas veces uso esa facilidad para hacer rabiar a los demás, pero la mayoría de las veces lo hago para hacerlos reir.
Mi tio Carlín, el hermano favorito de mi mamá, podía hacer reir al más serio. Mi mamá se emocionaba mucho cuando la visitaba, y podía durar con el horas hablando y riéndose. El hacía mofa de sus hermanos, de los políticos, del sexo, de las tragedias, de los muertos y de los vivos. Mi tío Carlín se burlaba de todos, inclusive de el mismo, y mi mamá -como cualquiera de sus hermanos- simplemente la pasaba de lo mejor con el.
Entonces ahora entiendo ese aspecto de mi manera de ser (eso de psicoanálisis no es sólo cosa de psicoanalistas). Yo quisiera hacer reir a mi mamá, pero no puedo. Así que trato de hacer reir a los demás. Es lo más cercano a mi motivo final: yo quiero hacer reir como lo hacía mi tio Carlin.
Mi tio Carlin hechó su última broma el año pasado, justo el 31 de Diciembre. Sin mucho preámbulo y gracias a la herencia de mi abuelo (que no fueron vacas ni terrenos sino hipertensión y patologías cardíacas) murió temprano en la madrugada. Todos mis tios y tias entonces se reunieron como siempre lo hacían para recibir el año. Lloraron a mi tio, luego brindaron por él, y lo más seguro es que después se rieron de alguna de sus ocurrencias.