Saturday, December 17, 2016

Siempre alguien está allí

Ayer fueron las graduaciones en la universidad. Siempre voy a los actos de la mañana y de la tarde, las de Agosto y Diciembre. Me disfrazo de profesor y asisto a los estudiantes durante todo el acto protocolar. Luego me pongo a observar a los padres, madres, y amigos. Y felicito calurosamente a aquellos estudiantes que formaron parte de alguna de mis clases. Voy a este acto pensando en aquellas graduaciones en las que Imelda no pudo emperifollarse para ir. Entonces me pongo a pensar en todos aquellos que se están graduando allí, que como yo recuerdan alguien que ya no está. Que quisieran que los viera aunque sea por un momento para compartir la emoción y verle la cara de felicidad. Se me hace el dolor raro en la garganta y sonrío porque yo estoy allí y ellos no lo saben. Seguramente como siempre me pasa a mí.

Monday, November 21, 2016

Se parece a ti

Hoy el hijo cumple años. Si la abuela estuviera aqui le hubiése regalado una franela o algo de vestir. El hijo recibiría la prenda con algo de indeferencia, pendiente de esos otros regalos con los que se puede jugar. Y el papá le diría que prestara atención al regalo de la abuela. Que le diera las gracias y la besara. Porque la abuela compró eso con lo poco que tiene. Que todo su cariño no cabe en ningún regalo, y que nos toma mucho tiempo entender eso. El hijo no lo pensaría mucho, pero de todas maneras le daría un beso a la abuela con uno de esos abrazos que el sabe dar. La abuela se sonreiría mientras lo ve irse. Y me diría con una cara de reproche y una mueca: "Se parece a tí".

Saturday, September 24, 2016

Modelo

"Cuando sea grande, quiero ser como tú."
Le dijo el hijo.
 Y el padre se sintió mal, por que el quisiera haber sido un hijo como el que tenía.

Friday, May 20, 2016

El pelo de Carlín

Ya su mamá me dijo que había que cortarle el pelo. Al hijo le crece el pelo rapidísimo. Y no le crece "parejo" como diría mi mamá. El pelo le crece en forma de "tumusa". No es completamente crespo, ni tampoco liso. Es un casco de cabellos que se le va formando en la cabeza de forma irregular. Con montañitas por los lados y con una voluntad propia que pudiese usarse como un ejemplo de caos. "Mira, hay que cortarle el pelo a Carlín", dijo. Y entonces tengo que explicarle al hijo quien era Carlin. Y como le crecía el pelo así de desordenado. Recuerdo entonces a mi tío y sus payasadas. La historia de como le pidió a un desconocido de la calle que se hiciése pasar por mi abuelo en una reunión de la escuela para evitar el mal rato. Se reía y me hacía reir mientras me servía una sopa en uno de esos mediodías que me detuve en su casa, mientras buscaba trabajo como ingeniero recién graduado. Me alegra pensar que mi hijo tiene algo de Carlín. Mi tío era una de esas raras personas que aunque estés triste recordándolo, te sonríes sólo de pensar en el y sus ocurrencias. Y como diría mi papá: hacer llorar es fácil, lo difícil es hacer reír.

Wednesday, March 9, 2016

Un cuarto de siglo

Te extraño. Extraño ese poco de cariño que me queda en el recuerdo. Tu café con leche de las mañanas que muchas veces era el balance perfecto entre café, leche y azúcar. Lo de recordarme de mi uniforme y que secara los platos. Y que de a ratos te sintieras orgullosa por que se me daba bien lo de los números. Pero quisiera extrañar más. Quisiera extrañarte regañándome por llegar tarde a casa. O feliz durante mi graduación. Quien sabe si enfadada por una nuera que no te gustara. Extrañarte cargando un nieto. Dándome lecciones de vida cuando las necesitara. Y riéndote de mis bromas no tan buenas.
Te pienso siempre. Sólo necesitaste quince años para hacerlo bien (palabras de tu nieto). Y yo ya llevo 25 extrañándote.

Wednesday, February 10, 2016

De la mano

Cuando cambio de salones, voy de un edificio a otro. Como todos los estudiantes hacen lo mismo, las caminerías y aceras se vuelven una procesión de gente corriendo de un lado para otro. Allí es cuando los veo. Ella debe tener como 20 años con una cara risueña y una sonrisa de felicidad. Con un bolso en la espalda, su mano derecha con un bastón largo, y la izquierda firmemente sujeta al brazo de un señor. El señor parece tener más de 50 años, con su cabello ya plateado y una barba del mismo color. También sonríe y habla animadamente con la chica. No sé si es su papá, o su abuelo, o sólo alguien que la acompaña a todos lados. Pero los veo viniendo y yendo a clases, y se me hace el mismo nudo en la garganta siempre. Caminando así, de la mano.