Se podía ir a dos salas distintas de cine y después comerse una hamburguesa en Tropi-Burger. Se podía ir a Dorsay (que como Dorsay no hay) y después comprar jabón en Sarela. Se podía ir a Finalven para sacar dinero y depositarlo en el Consolidado. Se podía comprar material para cerámica en Secoflores y despues comprar los libros para el colegio en la Libreria de Nacho. Se podia curucutear en tiendas de electrónicos que vendían todo tipo de aparatos y además alquilaban películas (Beta y VHS). Se podía subir y bajar en cualquiera de las 16 escaleras mecánicas que habían (o de repente más). Se podía comprar muebles de Rattan (gracias al cielo pasaron de moda) y además unos zapatos Lucas en la tienda Rex. Podías visitar un Sears (para los que no lo sabían, si había un Sears). Comprar comida en CADA (cuando era tan limpio que parecía de mentiras) o solamente disfrutar viendo a los cargabolsas bajar los carritos por los tres pisos de rampa. Te podías cortar el pelo, comer un helado, jugar "maquinitas", comer un golfeado, sacar la cédula, sacar la licencia,incluso una muela o una radiografía (había varios consultorias de dentistas y médicos).
El Centro Comercial Pro Patria, era uno de los centros comerciales más modernos para su época. Cuatro niveles de estacionamiento, ascensores para carros, su propia planta de tratamiento de aguas residuales,y hasta obras de arte en algunos de los lugares comunes. Lo siento "Sambiles" pero no son nada nuevo bajo el cielo.
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